Estudiantes y maestros abandonan escuela por mal olor en cementerio barrio SPM

El abandono es tal en la escuela Villa Progreso II que un solo baño lo usan 200 niños y niñas

Solo pie y medio separa la escuela del cementerio, donde entierran a flor de tierra los muertos y exhuman a menudo
 Manuel Antonio Vega
Texto y fotos

SAN PEDRO DE MACORÍS. Unos  200  niños y los maestros de la escuela Profesor Juan Bosch, asi como pacientes que acuden a la Policlínica y la feligresía de una iglesia en el sector Villa Progreso II, de San Pedro de Macorís tienen dos semanas abandonando la escuela, el tempo y el centro de salud, por los malos olores que expiden cadáveres sepultados a flor de tierra y la realización al aire libre de necropsias a cuerpo exhumados en el cementerio del sector, ubicado en la parte  norte Este de la ciudad.
Ramona de los Santos-Driectora
Es que la escuela solo la separa del camposanto pies y medio de distancia y es además afectada por la falta de baños, agua, persianas, puertas, asientos y no cuenta con vigilante diurno ni nocturno, por lo que en varias ocasiones rateros a penetrado a robar.
Este es el baño, un almacén 

Maestros, pastores, autoridades médicas y residente en el sector están pidiendo el traslado inmediato de la escuela y la policlínica para evitar brotes de enfermedades y el contagio con bacterias.Cuando en el cementerio hay que exhumar un muerto para practicarle una necropsia la escuela es abandona por estudiantes y maestros hasta por tres días.

Ramona de los Santos, directora del centro escolar del nivel inicial, dijo temer porque los niños y maestros y maestros puedan adquirir cualquier tipo de bacteria por los fétidos olores que emanen los cadáveres, que son sepultados muchas veces a flor de tierra.
Explicó que muchas tumbas de personas recién depositadas en el camposanto son profanadas por delincuentes que buscan prendas y metales en los ataúdes, lo que hace que  el mal olor se haga más fuerte en el centro escolar.
La escuela opera desde el 2007 en el centro comunal del sector, cuyo edificio es compartido por la Unidad de Atención Primaria (UNAP), cuya directora, Laura Harry, sostuvo que cuando son exhumados cadáveres o profanada las tumbas, tienen que cerrar la policlínica hasta por dos días por el insoportable olor a muerto.
“No se concibe que una escuela y la policlínica de un barrio tan poblado como Villa Progreso II operen al lado de la insalubridad; aquí puede desatarse una epidemia de impredecibles consecuencias”, apuntó la galeno.
Freddy Lara, presidente de la junta de vecinos del sector, señaló que es preocupante la salud de los afectados por esa situación, ya que en cualquier momento podría producirse un brote de enfermedades.
Los dirigentes comunitarios y la directora del centro, dijeron que el Consejo Estatal del Azúcar (CEA), donó los terrenos para la construcción de una moderna escuela, pero que solo hace falta que el Ministerio de Educación disponga la ejecución de la obra.
Denunciaron que han recibido innúmeras promesas de las autoridades de la provincia, “pero ya nosotros no creemos en ellos, porque solo nos hacen cuentos y las soluciones nunca se ven”.
Niurki Marisol Liriano, presidenta de la Sociedad de Padres y Amigos de la Escuela, dijo que la matrícula es  de  200 estudiantes, y que están laborando con muchas precariedades.
Señaló que son afectados, además del mal olor que sale del cementerio, por la falta de espacio y  agua potable y solo tienen un sanitario.
La escuelita no tiene verja perimetral, pero  tampoco cuenta con instalaciones deportivas, por lo que niñas y niñas tienen que hacer el recreo en una calle, que carece de asfalto y está salpicada de hoyos y charcos de agua.
En varias ocasiones los tecatos y rateros han penetrados y robado butacas y raciones del desayuno escolar.

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