Hombre por “mandato de Jehová” destruye Altar en la basílica de Higüey

EL FRENÉTICO  HOMBRE DESTRUYÓ FLOREROS,  EL PODIO DONDE SE LEE LA BIBLIA Y MUEBLES


Manuel Antonio Vega

HIGÜEY.- En lo que se cree es un
fanático de otro credo religioso, un hombre hasta ahora no identificado por las
autoridades, penetró a la basílica de Higüey y destruyó por completo el Altar
del templo.
El hombre fue apresado momentos después
y solo atina a decir que “recibí una orden de Jeová, que no quiere la idolatría”.
Nicanor Peña Rodríguez, obispo de la
Diócesis de Higüey, sostiene que el apresado no presenta viso de enajenación,
por lo que pidió una exhaustiva investigación del caso.
“Hay un guardia en el museo, como a
200 metros y cuando el vino lo encañonó y entonces él se entregó, “por eso yo
digo que no es ningún enajenado mental, porque a las otras gentes no les hacía
caso y cuando vino la guardia inmediatamente entonces se doblegó”, dijo el
prelado católico. 
El jerarca de la iglesia católica en
Higüey, denunció que el sujeto  destruyò
todo lo que son signos significativos de la iglesia.
El hecho se produjo a las 5:30 de la
madrugada, cuando la seguridad de la Basílica abrió el templo,  y ya el hombre estaba ahí. De inmediato entró
y comenzó a destruir los objetos del Altar, por lo que no dio tiempo a evitar
que cometiera la acción, ya que estaba estrellando los objetos y el de
seguridad temió a que le fuera a causar algún daño.
“Bueno, realmente lo que ocurrió
aquí en la Basílica fue una destrucción total del Presbiterio, la sede del
trono de la Virgen, todo lo que está a su alrededor, como el Árbol del Naranjo,
lo arrancó todo y lo tiró por el piso, rompió la sede donde se sientan los
sacerdotes, el podio donde se lee la Palabra, el área donde se hacen los
bautizos, es todo, candelabros, la Bandera del Vaticano la volvió trizas,
bocinas, micrófonos, bueno acabó con todo”, narró Nicanor Peña, quien se quejó,
además de que la seguridad de la Basílica no es permanente en el lugar, y se va
cuando quiere.

Llamó a las autoridades a tomar
carta en el asunto, para evitar que hechos como este se vuelvan a repetir.
Recordó que hace aproximadamente tres años vivieron un episodio similar, pero
no tan agresivo como el de hoy.

Pidió que se implemente una
seguridad permanente en la Basílica para proteger los bienes de la Iglesia y
salvaguardar la seguridad de los que asisten y trabajan allí.

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