Francis Aníbal
San Pedro de Macorís.- El juez especial designado por la Corte de Apelación para conocer el caso de dos fiscales adjuntos acusados de supuesto soborno y prevaricación dictó tres meses de prisión preventiva contra los doctores Soraine Vargas Molina y Pedro Adael García.
La medida fue dictada luego de una larga audiencia que se extendió desde las 11 de la mañana hasta las 7 de la noche.
Ambos fiscales tendrán que cumplir la medida en el Centro de Reclusión de Anamuya de Higüey.
El juez Ramón Báez también dejó en libertad condicional a Orlando Cedano Cedano que fue el reo que denunció el supuesto soborno por parte de la fiscal adjunta Vargas Molina.
Sin embargo, le impuso una garantía económica de 2 millones de pesos y presentarse cada mes ante la Fiscalía, además de impedimento de salida en su contra.
De inmediato los abogados de la defensa, Freddy Mateo y Valentín Medrano, consideraron la decisión del juez como incorrecta e ilegal, al entender que su defendida no representa ningún peligro de fuga.
Expresaron que los presupuestos presentados eran más que suficientes para que se le impusiera otra medida que no fuera la de prisión preventiva.
De su lado, la fiscal adjunta Vargas Molina se declaró inocente y reiteró que se trató de una trama de la fiscal titular Ingrid pamela Rijo, por asuntos de celos profesionales.
Dijo que en su momento demostrará con hechos lo que está diciendo. Consideró la medida como un abuso en su contra.
Por su parte, el doctor Odalis Ramos, abogado de Cedano y Cedano, consideró la decisión del juez, en lo referente a su defendido, como correcta.
De su lado, los fiscales adjuntos Roberto Encarnación y Benito Nieves, quienes representaron al Ministerio Público, mostraron satisfacción con la medida adoptada por el juez, al reiterar que aportaron los elementos probatorios necesarios para que ambos fueran dejados en prisión.
Luego de conocerse la medida, los familiares de Soraine Vargas Molina irrumpieron en llantos en medio del salón.
El salón de la Cámara Penal de la Corte de Apelación Penal estuvo en todo momento repleto de personas, entre abogados, familiares y comunicadores, en medio de un fuerte dispositivo policial.
Mientras sus familiares irrumpían en llantos, la doctora Vargas Molina se observó en todo momento sin derramar ni una lágrima.