Sabana de la Mar: Fue potencia del cacao siglos XIX y XX

Sabana de la Mar:  Fue una potencia en producción de cacao siglos XIX y XX

Manuel Antonio Vega

El costero y agrícola municipio de Sabana de la Mar jugó un estelar papel en la exportación en la postrimería del siglo XIX y  principios del XX, al contar con las más grandes plantaciones de cacao en la región Este.

La plantación más grande existente en el país se denominaba  «La Evolución», perteneciente a tres ciudadanos procedentes de Suiza, localizada  en jurisdicción de  Sabana de la Mar.

El historiador y experto en agronomía Félix Olivares relata en su libro » El Cacao: Introducción y Fomento en la Republica Dominicana», que la finca modelo entró en una crisis, tras ser sacudida su plantación primero por  un ciclón que le causó muchos daños en agosto de 1899,  y después por una larga y aleccionadora litis judicial iniciada en 1901.

Los orígenes de «La Evolución» s e asocia con la llegada del ingeniero  agrónomo Enrique Jacot D’ Combes se estableció en la Republica Dominicana, procedente de Suiza en 1885. Su hermano Juan Bernardo, perito agrónomo llegó al siguiente año, 1886 y Carlos Alberto Montandón, lo hizo en 1887.

Los tres se  asociaron y fundaron la «C. A. Montandón y CA», recibiendo del gobierno la concesión  de 1888 de la propiedad «La Evolución», comprendida entre los ríos Yabón y el Yanigua, a 10 kilómetros al sur de Sabana de la Mar.

 La concesión fue aprobada por el Congreso Nacional el 25 de junio de 1889, siendo promulgada o declarada por el Poder Ejecutivo, el 28 del mismo mes y año. 

Con la concesión se le exoneró el pago de impuesto de importación  de una larga lista  de artículos, entre los que se encontraban: Una casa de madera desarmable, materiales de construcción y maderas  para otras edificaciones; una máquina para limpiar arroz y otros cereales, dos máquinas de decortizar, una para café y otra para ramié y plantas textiles.

También un molino de viento y tres bombas para irrigar; dos carros de cuatro ruedas con sus cadenas y demás  accesorios. 

De igual modo una sembradora, cuatro arados, 50 barriles de papas de distintas variedades, 10 sacos de semillas de cereales, 26 cajas conteniendo semillas de distintas especies, incluidas hierbas y flores, y cepas de guineos.

Otras concesiones a la compañía de los Suizos dada por el Poder Ejecutivo y refrendada en el Congreso Nacional le permitía  sembrar plantas para elaborar aceite comestible, en unas 4 mil tareas. También se exoneró las importaciones de todas las maquinarias, útiles, materiales e ingredientes para procesar aceite.

Fueron personas ilustradas, acomodadas deseosas de hacer inversiones en la Republica Dominicana.

Con los emigrantes descriptos vinieron otros familiares. Montandón era casado y vino acompañado de su esposa y dos hijos; Arturo y Enrique; D’ Combes en adicción a Juan Bernardo, trajo a su otro hermano Gustavo, de quién dijo era ingeniero constructor.

Carlos Russ Suchard era un alemán domiciliado en Suiza, que tenía una chocolatera y vino al país movido por la producción de cacao de la compañía Montandón, Des Combes y Ca. Además de comprarle la producción, los empresarios les propusieron a Carlos que comprará tierra y dedicarla al cultivo de cacao en Sabana de la Mar, lo que aceptó. 

Es en ese favorable escenario que surge la hacienda La Margarita», con cinco mil árboles de cacao en edades de cinco años en producción. Esa cantidad tuvo el precio de de dos francos, equivalente a 40 centavos oro, cada mata.

A pesar de los tropiezow que se vinieron sobre la isla Hispaniola, la compañía Montandón, Des Combes y Ca avanzaba en el ensanchamiento de los cacaotales y había desarrollado «La Helencia», una finca ganadera, donde se criaban caballos de montura, carga y carruaje 

La Evolución produjo por encima de los 900 mil quimtales en  1898, cosecha que sería  más voluminosa a medida que los árboles alcanzara la mayoría de edad.

El cacao cultivado en  Sabana.de la Mar se vendía en Europa a precio que oscilaba entre los 75 a 95 francos, 15  a 19 pesos oro los 50 kilogramos, muy bueno en esa época  no que la moneda Nacional estaba devaluada y desacreditada, a un grado tal, que los empleados de la compañía y los comerciantes de la región preferían recibir en la transacciomes  uns fichas acuñadas por ella, en vez de la moneda dominicana.

Ciclón de 1899

El ciclón  de 1899 afectó sensiblemente las plantaciones agrícolas, por consiguiente derribó los cacaotales en la región de Sabana de la Mar, provocando pérdidas  considerable y arruinando la economía en la zona. Sólo en la finca La Evolución derribó 40 mil matas de cacao, otras fueron maltratadas y los árboles añosos que le servia de sombra fueron  destruido.

La cosecha quedó suprimida por nueve meses, pero era  indispensable nuevas inversiones para su rehabilitación.

A raíz del ciclón los Tontandón entraron en una litis con Russ Suchard, quien había entrado en un contrato sumamente onrosos. El tribunal de Samaná falló a favor  de Russ Suchard, quedando a la merced los Montandón, quienes para poder soportar la ruina económica y los sufrimientos morales alejado de la Madre Patria necesitaban mucho valor y entereza.

La tradición histórica arrastra consigo que Carlos Alberto Montandón y su consorte D’ Shan Combes, las angustias fueron irresistibles, llegándose a narrar que uno murió  de cáncer  en Suiza, el 2 de julio de 1903, a los 57 años y la señora Montandón, descripta como una dama muy distinguida, de refinada educación y muy ilustrada ella , enfermó de enajenacion y  fue llevada a un asilo para ancianos y no se supo de ella hasta 1914.

Los sueños forjados en la mente de Don Enrique con «La Evolución» y a otras empresas, así como las desagradables desavenencias con Russ Suchard, más los tristes recuerdos  de la muerte de su amigo y socio Montandón  y la enfermedad de  la viuda, no le dieron sosiego  de vida hasta darle el merecido castigo a Don Carlos e inició una batalla en los tribunales de la Republica junto al abogado Américo Lugo hasta vencerlo, teniendo que entregar por sentencia las  fincas  y propiedades de la compañía Montandón-D’ Combes Ca» y pagarle una indemnización de RD$500.000.00 (medio millón de pesos), para repararle los daños causados.

El tiempo pasó y a más de un siglo, donde estaban aquellas históricas plantaciones de cacao, hoy existen grandes plantaciones de palma africana o aceitera.

Es bueno destacar que cuando se suscitaron esos acontecimientos, Sabana de la Mar se encaminaba a su mejor momento económico, ya que las compañías habían construido una linea de monocarril, para llevar la producción hasta el embarcadero, que operó en la zona de Villa Suiza, de aquella demarcación.

 

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