Historia Cuerpo Bomberos de Hato Mayor del Rey

LOS BOMBEROS ESTÁN CARENTE DE TODOS
MANUEL ANTONIO VEGA
 La fundación del Benemérito Cuerpo de Bomberos Civiles de Hato Mayor del Rey data del 17 de julio de 1943, cuando el instructor agrícola Federico Santelises (natural de Bayaguana), reúne a un grupo de seis hatomayorenses para dejar instituida esa institución de servicio.
El educador llegó a esta población en 1935, durante los primeros años de gobierno del tirano Rafael Leonidas Trujillo y en reconocimiento a su inquietud el grupo lo escoge como el primer coronel del Cuerpo de Bomberos Civiles, puesto que desempeñó por espacio de un año, ya que tuvo que emigrar a San Pedro de Macorís.
Los seis fundadores del Cuerpo de Bomberos Civiles de Hato Mayor del Rey son: Manuel Silvestre. Nova de la Rosa (Meme Nova), Juan Isidro Santana (Puyita); Pedro Trinidad, Blas Betancourt, Félix Flores y Agustín Payano (Vale Payano), fallecidos.
Al emigrar Santelises a San Pedro de Macorís, donde fue requerido por el gobierno, la institución pasó a ser comandada por el  comerciante Manuel S. Nova de la Rosa, quien era nativo de Cambita Garabito, San Cristóbal y que se estableció en esta ciudad junto a otros familiares en la década del 30.
Cuando se fundó el Cuerpo de Bomberos el síndico de la ciudad era Melchor Contín Alfau.
Meme Nova permaneció por espacio de un año frente a la institución de servicios, ya que renunció al cargo para atender los negocios instalados por su padre, Tiburcio Nova. Meme siguió siendo miembro de la institución, de la cual era colaborador económico hasta la hora de su muerte, ocurrida el 7 de junio de 1987.
A la salida de Manuel S. Nova de la Rosa, la institución  la dirigió el ebanista Juan Isidro Santana (Puyita), quien permaneció de manera ininterrumpida hasta octubre de 1967, cuando se presentó una crisis en la Institución, pasando a la jefatura el maestro de educación física Fernando Betancourt, quien sólo permaneció cinco días en el cargo.
Superada la crisis, el ayuntamiento que para entonces era dirigido por el síndico Víctor Rosario, designa nuevamente jefe del Benemérito Cuerpo de Bomberos Civiles a Juan Isidro Santana (Puyita), quien estuvo al frente de la institución hasta la hora de su muerte, ocurrida el 27 de febrero de 1971. Sufría del Corazón.
En su inicio el Cuerpo de Bomberos Civiles de esta ciudad utilizaba como equipos para sofocar los incendios y otras eventualidades, cubos, escobas y finas mangueras que conectaban a los hidrantes que para el segundo quinquenio de la década del 50 no llegaban a siete. Además hachas, garfios, piquetas y otros.
Donde primero operó el Cuerpo de Bomberos fue en el local de la logia Regeneración No. 11154-21, Inc., ubicada en la calle Sánchez esquina Padre Peña. El mismo funcionó en la primera planta del edificio.
En 1956 fueron desalojados del local de la logia, debido a que el mismo estaba siendo solicitado para desarrollar las actividades de esta entidad.
Luego del desalojo, la institución fue trasladada a una casa propiedad de la destacada munícipe Francisca Violeta Rosa Ramírez (Panchita Rosa), ubicada en la calle Santo Domingo con Horacio María Núñez, donde actualmente opera Repuestos Klinton, frente a la iglesia Las Mercedes. Aquí se pagaba alquiler.
Cuando son instaladas las redes electrónicas de la ciudad, hacia el año 1957, y la planta eléctrica que era propiedad del municipio (El Ayuntamiento) fue trasladada a la población de Cotuí, entonces los bomberos pasaron a operar donde actualmente se encuentra. Este local es propiedad del Ayuntamiento Municipal.
Hay que destacar que cuando operó en el local donde hoy está la Oficina de Trabajo fue creada una escuela de Alfabetización y el profesor lo era, Don Miguel Justo y la misma se instituyó como un aporte a la Educación Nacional. La escuela tenía pupitres y pizarras propias. Miguel Justo, conforme a las informaciones obtenidas era un maestro competente.
La institución duró más de 30 años sin camión bomba, y cuando se veían en apuros recurrían a la Secretaria de Agricultura, Obra Públicas y a una empresa que se llamaba “Compañía de Mecanización” que se instaló aquí para hacerle pozos, caminos vecinales y lagunas a los hacendados y las cuales socorrían a los bomberos prestándoles maquinarias pesadas.
RAMA FEMENINA
La Rama Femenina del Benemérito Cuerpo de Bomberos Civiles fue creada en la jefatura de Juan Isidro Santana a finales de la década del 50 y desapareció luego del ajusticiamiento del dictador, Rafael Leonidas Trujillo; la misma estaba integrada por damas de la élite social más elevada de la ciudad.
Entre estas damas se pueden citar a María de los Santos Reyes Fulgencio (Clao), Nena Santos, y otras.
Cuando ocurría un incendio en la población, los miembros de la entidad de servicio eran avisados con tres toques de  la campana de la iglesia Las Mercedes.
Para reunir a los miembros se utilizaba una corneta (hoy trompeta) y la misma era tocada por un músico de apellido Sabino. Para las prácticas se construían ranchos de pencas de cocos y se les prendía fuego.
En principio el uniforme era un pantalón azul marino con una raya roja incrustada a los lados, camisa roja y corbata negra; el kepí gris y generalmente era donado por el coronel de la aviación, Rolando Haché.
Las insignias con escudo  y las dos hachas cruzadas, un kepí un caco de bombero; los zapatos tenían que comprarlos los miembros de la entidad.
La marcha de los bomberos por las calles de la ciudad constituía un atractivo que provocaba que el pueblo se tirara a las calles, a celebrar y seguirle, como si tratara de una marcha política o una procesión religiosa.
Tras la muerte de Juan Isidro Santana (Pullita), quien además se destacara como excelente ebanista en la comarca, asumió la jefatura por recomendación de la plana mayor, el comerciante Fermín Iván Morales Castro (El Peje).
El Peje no era miembro de la institución, pero la plana mayor sugirió su nombramiento, buscando que el comercio de la década de 1970 comenzara a dar respaldo al Benemérito Cuerpo de Bomberos Civiles.
Su mandato fue de poca duración, ya que sólo permaneció en el puesto unos ocho meses, siendo sustituido por el galeno Rafael Humberto Brugal Montoya, quien permaneció hasta pasada las elecciones de 1978, cuando asume el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) el poder con el hacendado Antonio Guzmán Fernández.
Pasada las elecciones e instalado en la sindicatura Francisco Ramírez (Curro), se designa al mayor Lorenzo Nieves como coronel de los Bomberos Civiles, con el rango de coronel full,  quien permaneció hasta 1979, luego de fallecer.
Al morir Lorenzo Nieves asume la jefatura el profesor Fernando Betancourt, que fue ascendido de teniente coronel a coronel full; éste restableció de nuevo la rama femenina en la institución.
Para 1979 la rama femenina estaba formada por unas 22 hermosas  hateras, entre las que se citan Gladis del Rosario (Capitán), Ana Peguero de los Santos, Cristina del Rosario (primer sargento), Sonia Hernández (raso); Baselia Nova impartía  cursos de manualidades, Valentina Batista (primer teniente), Lula del Rosario, Esmeyra Naranjo, (enfermera-segundo teniente), Luz de la Cruz (sargento), Negra Castro y otras que hoy están dedicadas a otras actividades del quehacer humano.
Betancourt construyó el nicho de los bomberos y creó la banda de música de los Bomberos, única que registra la historia operó en la región Este y trabajó en la remodelación del local.
En julio de 1973, luego de pronunciar un discurso contra el gobierno de Balaguer en la escuela Bernardo Pichardo, fue trasladado a impartir clase de Educación Física a Monte Plata, en cuya población reestructuró el cuerpo de Bomberos Civiles. La Banda estaba dirigida por Suilio Albuerme y Pedrito Mateo.
Betancourt estuvo al frente de la entidad hasta el 31 de diciembre de 1980, que presentó renuncia ante el presidente y el secretario del cabildo local, José Martínez y Máximo Sosa, respectivamente, por rebatiñas políticas al interior del PRD, organización política a la que perteneció por décadas.
A principio de 1981 y debido a la crisis que se presentó con la renuncia de Betancourt, asumió la jefatura el músico Aníbal Morales (Burro Prieto), quien falleció en 1996. Burro Prieto comandó los bomberos hasta octubre de 1982, en la gestión municipal de Isidro Ramírez Jiménez.
En octubre y por recomendación del Comité Ejecutivo Municipal del PRD, el Fernando Betancourt asume por tercera vez la jefatura de la institución apaga fuego hasta el 30 de agosto de 1986, cuando asume la sindicatura el hacendado Juan Alberto Ortega Álvarez, quien llegó a pedirle a Betancourt que no dimitiera al cargo.
El primero de octubre de 1986 la Sala Capitular designa nuevo coronel de los bomberos al mecánico William Cedano Monegro, quien recibió el ascenso de primer teniente a coronel full; permaneció al frente de la institución hasta que el 28 de noviembre de 1989 asumió por segunda vez la jefatura el próspero comerciante Fermín Iván Morales Castro (El Peje).
El jefe de un cuerpo de bomberos es nombrado por la facultad que confiere la Ley No. 34-55 artículos 60 sobre Organización Municipal.
Fermín Morales estuvo comandando hasta el 24 de febrero de 1994, que lo sustituye su hijo Milton Fermín Morales Haché, actualmente jefe de la institución.
En la gestión de  Cruché como es conocido Milton Fermín Morales Haché se restableció de nuevo la rama femenina de la institución, la cual integraron Gretche  Reyes de Morales (primer teniente), doctora Felicita de la Cruz (segundo teniente), Mary Calderón García (sargento), Nurcy Reyes Trinidad, Elva Mejía, Suany Barriola, Mercedes Sosa, Mary Guzmán Reyes, Nurys Alexandra Díaz, Claudia Guzmán Reyes, Nora Elisa Cuevas, Mirthis Báez Valera, Brunilda Ramírez, Cruz María Feliciano.
Este grupo se reestructuró el 14 de marzo de 1995 y juramentada por la regidora Gladis Esperanza Ruiz.
Es en la gestión de Milton Morales (Cruché) que el Cuerpo de Bomberos de Hato Mayor del Rey, adquiere un moderno camión bomba, un América le France y se reconstruye el viejo que se adquirió en la gestión del doctor Rafael Brugal Montoya en 1978.
Cruché gestionó además la instalación de un moderno equipo de radio de comunicación (cinco radio con alcance nacional) y una moderna escalera que obtuvo por gestiones del programa “Atacando”, que dirige Manuel Antonio Vega, autor de este escrito.
Implementó la depuración, o sea, que para una persona pertenecer a la institución debe someterse a pruebas médicas, incluyendo la de VIH-SIDA, así como la presentación de papel de no delincuencia. Creó además la brigada de rescate integrada por médicos miembros de la entidad.
Trabajó duramente en la capacitación del bombero, llevando cursos y talleres a la institución.
Enrique Espinal (Virula) fue el bombero que más  tiempo permaneció en la institución, ingresó en el año 1959 hasta la hora de su muerte, ocurrida a principio del presente siglo.
Los antiguos miembros de la entidad podemos recordar a Juan Pina, Genio Chávez, Juan Medina, Rafael –Cucuyo- Díaz, Francisco la Chiva, Roberto Díaz (Bombillo), Vale Payano, Danilo Mota, Quico Barriento, Miguel Nival, Pedro Julio Monegro, Julio Pérez, Ángel Bisonó Candelario, Pílares Brea, Alejandro Martínez (Livianito), Donatilo Guzmán, Rómulo Rosario, Romito Peguero, Emilio Ramírez, entre otros que desfilaron  por la gloriosa entidad.
Hasta el momento de editar este libro estaban activo como bomberos: Manuel Enrique Nova (teniente coronel), genio Chávez (mayor), Enrique Espinal (mayor), Radhamés Pacheco (mayor), Abraham Guerrero Santos (Capitán), Miguel Ávila Díaz (Pelo Fino-capitán), Gretche de Morales (primer teniente), Juan Medina (primer teniente), Alejandro Santana (primer teniente), Marino Reyes (mayor). Teofilo Tobías Contreras (segundo teniente), Julio Mejía (teniente), Marcial Güilamo (sargento mayor), Puro Bastardo (sargento), Mary Carmen García Puello (sargento).
Además siguen siendo miembros los cabos Roberto Ramírez, Felipe Manuel Soto, Willian Paulino, Julio Palmero: los rasos Patricio Ubiéra , Ángel Cedano, Miguel Amparo, Melvin Cordero, Manuel Ramos, Amaury Laureano Ortega, César López, Javier Gil, Rafael Reyes Santana, Robert Coss, José Antonio Domínguez, José Manuel Santana, Francisco  Calderón, Norberto Chávez, Edwin Rivera y Víctor Sosa Rivera.
Primer camión y sirena
El primer camión del Benemérito Cuerpo de Bomberos Civiles de Hato Mayor, fue donado por el Consejo Estatal del Azúcar (CEA) y gestionado por José Núñez Silvestre (José Buchín) con el ingeniero hatomayorense, Quirilio Vilorio, que para 1977 era director general del Instituto Nacional del Azúcar (INAZUCAR).
Según los datos recabados para este libro, el camión llegó a esta ciudad luego que los bomberos tomaran las mangueras y cubos y montaran un camión propiedad de José Buchín a sofocar un incendio al Ingenio Consuelo.
Por este noble gesto, que impidió que se quemara el ingenio, el CEA además de donarle el camión, le asignó la suma de 200 pesos mensual, con los que juntos a otras colectas en el comercio local se pagaba la guardia permanente. El tanque lo donó el club de Leones.
La sirena la donó el agro empresario Juan Barceló Artiguez, que la adquirió en un muelle marítimo de España, pertenecía según la tradición a un barco de guerra de la Armada Española.
Juan Barceló Artiguez, propulsor del desarrollo de Hato Mayor, donó la sirena y el siempre dispuesto a resolver los problemas de la comunidad, José Altagracia Núñez Silvestre, gestionó con la jefatura de la Marina de Guerra, la donación de la torre, donde hoy se encuentra instalada el aparato emisor de sonidos.
Cuando se fundó el cuerpo de bomberos de esta ciudad, el síndico era Melchor Contín Alfau y ya existían cuerpos de bomberos en las ciudades de La Romana, San Pedro de  Macorís y El Seibo.
Los bomberos recibieron un moderno camión bomba, una pipeta para el jefe y equipos modernos durante el gobierno de Hipólito Mejía (2000-2004).
No queremos terminar este trabajo, sin reseñar el golpe mortal que recibió esta institución cuando funcionó la Fundación de Desarrollo de la Región Este, que presidió el obispo de Higüey, Monseñor Hugo Eduardo Polanco Brito, la que aprobó la construcción de un moderno local para los bomberos  de esta comarca y debido a las negligencias de las autoridades provinciales, cuando pertenecíamos a El Seibo, los recursos fueron desviados para construir el de aquella ciudad oriental.
DESERCIÓN
Actualmente, los bomberos de Hato Mayor del Rey, atraviesan por una de sus peores crisis, ya que más del 75% de sus miembros han desertados por los bajos salarios y una crisis institucional que afecta a la entidad de servicios.
El bombero que más gana es el chofer, unos cinco mil pesos, después de unos 12 miembros que quedan, tienen sueldos entre mil 500 y mil 200 pesos.
Muchos atribuyen la crisis interna a la forma dictatorial en que está dirigiendo la institución, Milton Fermín Morales Haché (Cruché), a quien se acusa además de no rendir informes de los recursos que llegan a la institución bomberil.
Esepues de Milton Fermin Morales Hachè ocupò como jefe de intendencia Josè Perez y acualmente Julio Mota
Este trabajo tuvo una colaboración especial del doctor Rafael Brugal Montoya, Fernando Betancourt, Fermín Iván Morales Castro y su hijo Milton Fermín Morales Haché, quienes fueron coroneles de la institución bomberil.

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