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| El local solo es pintura por fuera, pero adolece de fallas |
MANUEL A. VEGA
atacando10@hotmail.com
HATO MAYOR.- Afectado por filtraciones en el techo, hundimiento del piso, la vieja estructura que aloja el cuartel policial de Hato Mayor, construido durante la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo, ahora está siendo rodeado por el hacinamiento y abundan los ratones, lo que pone en peligro la vida de presos y policías.
Ubicado en la avenida Melchor Contín Alfau con Antonio Guzmán, el edificio policial, fue construido en el año 1956 y en principio operó el Partido Dominicano y hasta el 1979 el subcentro de Salud Dr. Leopoldo Martínez, está lleno de chatarras, que se han convertido en crianzas de ratones y culebras, que se pasean por los pasillos del destacamento a espera de ser “apresados” por los agentes policiales.
El recinto es afectado por la falta de camas, mosquiteros y el baño común es utilizado por los agentes policiales y los reos preventivos, lo que constituye una bomba de tiempo para la salud, tanto de policías como de civiles.
La falta de habitaciones para alojar a los agentes que prestan servicio, obligó recientemente, que el coronel Candelario, que había sido asignado a dirigir el Departamento de Investigaciones Criminales, abandonara la plaza, pero antes tuvo que dormir en una colchoneta en el piso de la oficina, que también adolece de escritorios y sillas.
El sistema eléctrico es obsoleto y se puede observar entre una habitación y otra las enredaderas de alambres.
Las puertas y persianas en su mayoría datan de la fecha que se construyó el edificio y la que no son de cartones, las que se han ido corroyendo por la acción del tiempo y el mal uso.
La policía opera en este viejo edificio desde el año 1979, que el gobierno de Antonio Guzmán Fernández construyó el nuevo subcentro de salud y este pasó a ser ocupado por la uniformada.
Carece desde hace más de siete años de una cafetería donde policías y reos puedan comprar jugos y alimentos.
El patio está forrado de chatarras, que sirven de caldo de cultivo para la proliferación de ratas y alimañas, que luego invaden el recinto policial.
Las habitaciones que se hacen las veces de celdas resultan pequeñas y en la actualidad más de 20 presos conviven en una habitación de 3×5 metros de ancho, sin agua potable y adecuados inodoros.
La verja perimetral es de blocks y en parte ya ceden a la humedad que afecta el terreno.
Los departamentos no tienen sillas para mandar a sentar a las personas que van a querellarse o para que descansen los agentes policiales, que pasan la mayoría del tiempo sobre sus pies por falta de asientos.
El cuartel de la 40ta compañía de la PN en Hato Mayor también es afectado por la falta de unidades como camionetas y motocicletas para enfrentar la delincuencia, que cada día va en aumento.
Aquí podríamos sintetizar, que los policías que prestan servicio en la 40ta compañía de Hato Mayor, lo tienen viviendo como si fueran perros, por la falta de agua para el aseo, camas, mosquiteros y la plaga de ratones que importunan el sueño.
Periodistas de www.atacando.net, trataron de abordar la situación que atraviesa el cuartel con los jefes policiales, pero estos se resistieron a hablar y nos remitieron solo a ver como se “vive” en el recinto policial.
