Tribunal canta 30 años a madre estranguló y lanzó hija a retrete en Hato Mayor

Manuel Antonio Vega
atacando10@gmail.com
HATO MAYOR.-El tribunal colegiado del Juzgado de Primera Instancia de Hato
Mayor, aplicó la pena 
máxima de 30 años contra una mujer que el 10 de abril del
2011 mató a su hijo 
recién nacido lanzandolo a un retrete, hecho registrado en
el sector Villa Navarro, al norte de esta ciudad.
Se recuerda que la infanticida tenía horas había alumbrado la criatura en
su casa y lanzado el cuerpecito para desaparecer evidencias de que estaba
embarazada a su familiares.
El tribunal colegiado, integrado por los magistrados, Luisa María Acevedo,
Víctor Manuel Pérez Fragoso y Zeneida Bastardo, encontraron serios y
concordantes indicios de culpabilidad que comprometen penalmente a la imputada
Noemí Camacho.
La decisión judicial establece que Camacho violó los artículos 300 y 302
del Código Penal Dominicano, que implica la premeditación y el crimen agravado.
El expediente en contra de la mujer fue instrumentado por la fiscal
Atahualpa Yucet Brito de Salas, quien solicitó la pena máxima a la acusada, pedimento
que fue acogido por los jueces del colegiado.
Historia del hecho

La madrugada del domingo 11 de abril del 2011, vecinos del barrio Villa
Navarro, escucharon gritos ensordecedores de una mujer que alumbraba a una
criatura, que al nacer también se esuchó gritar, llegando a levantarse e
identificar la casa de donde salían los gemidos de la  mujer y gritos de la criatura, que resultó
ser de sexo femenino.
Para determinar la veracidad de rumores que fueron puesto a circular por
vecinos que dijeron que la niña había nacido viva y gritó y que llegó a hasta
los oídos del fiscal, Manuel Emilio Santana, un juez de la instrucción ordenó
el allanamiento de la vivienda y romper el retrete, y ya en su interior, casi
putrefacto,  estaba el cuerpecito de la
infante.
La mujer que habría sido denunciada por vecinos, fue identificada como, Noemi
Camacho González (Corina), 32 años, residentes en la calle Alelí  del sector Villa Navarro, al norte de Hato
Mayor, quien alega en todo momento que la niña nació muerta.
Para extraer el cuerpo de la criatura del retrete, se solicitó al cuerpo de
Bomberos una brigada, quienes descendieron a la profundidad y extrajeron de
entre los excrementos y pestilentes agua y orina, el cadáver.
Tras ser extraído el cuerpecito, las autoridades ordenaron llevarlo a la
morgue del hospital Leopoldo Martínez y de ahí fue enviado a Patología
Forenses,  en San Pedro de Macorís, para
determinar la real causa de muerte, resultado que arrojaron que murió por
asfixia por ahogamiento.
En el operativo que dio al trate con el apresamiento de la infanticida y el
rescate del cadáver participó la fiscal adjunta, Kenia Romero, el médico
legista, Santini Calderón Gastón, así como miembros del Departamento de
Investigaciones Criminales, la dirigió el mayor, Leonel Taveras Constanzo, así
como miembros de los Bomberos, la Cruz Roja y la Defensa Civil.
Tras su apresamiento la mujer admitió haber introducido la criatura que
alumbró al hoyo de  sanitario del patio
de su casa, porque alegadamente le misma había nacido muerta.
Sin embargo la versión de la supuesta infanticida, quedó en entredicho,
tras el médico legista, Santini Calderón Gastón, certificar que la criatura
murió por asfixia por ahogamiento macerado fétido y enfisema.
La mujer es madre de otros seis hijos, procreados con distintos hombres y
que la víctima sería la número siete.
Vecinos que pidieron el anonimato y que habrían escuchado la criatura
gritar al momento de nacer, llegaron a decir durante el operativo, que la mujer
no quería parir más, porque supuestamente el padre de la barriga, que no fue
identificado,  lo negaba.
Se dijo que una mujer habría ayudado a hacer el parto.
“La criatura que nació gritó y eso ocurrió en la madrugada del sábado,
gritó varias veces y luego cesaron los gritos, escuchándose  después una puerta que estaba siendo
cerrada», dijo un vecinos que pidió reserva de su nombre,  horas después de ocurrir el crimen.
La tragedia conmovió  a todo Hato Mayor, cuyos residentes pedían un
castigo ejemplar, que le llegó ahora de 30 años.
Corina Camacho González, purgará la pena de 30 años en la cárcel de  mujeres en Higüey, según el dispositivo.

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