Yanet Féliz
La caverna de Fun Fun, una de las impresionantes bellezas que conforman el entorno del Parque Nacional Los Haitises, es una oportunidad de hacer ecoturismo, conjugando las más excitantes aventuras.
Además de conocer las reservas naturales del país, en este lugar, a unos 20 kilómetros de Hato Mayor, los visitantes descubren porqué esta cueva fue incluida dentro del mapa mundial de la Biogeografía.
Uno de esos motivos lo pusieron de relieve en la década de 1970 científicos franceses del laboratorio subterráneo de Mulí, Jubertí y La Mare, que encontraron aquí especies de fauna no reportadas por la ciencia, únicas de este terruño.
Para hacer más atractivo el paseo a esa propiedad privada bautizada como Rancho Capote, que ostentan Ricardo y Jaime Barceló bajo la supervisión del ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y el de Turismo, estos han creado allí una diversión fuera de lo común.
La misma incluye desde el descenso de unos 22 metros en rapel o soga hasta un nado en un túnel creado por el paso de un río subterráneo. Ambas dinámicas cuentan con mecanismos de seguridad que garantizan una recreación sana.
Los menos aventureros recorren el interior de la cueva y observan una galería con espectaculares estalactitas, estalagmitas, columnas y otras transformaciones que registran las rocas a través de los años.