LAS DUDAS Y EL SUICIDIO

FARID KURY

En
los últimos días un ex senador, de El Seybo, mi amigo Geraldo Aquino, se
suicidó; y en San Pedro de Macorís, la Sultana del Este, un doctor mató a su
esposa y se suicidó.
He
hablado con muchas personas sobre ambos casos y nadie cree en la versión del suicidio.
¿Qué
explica eso?
Antonio
Zaglul, prestigioso psiquiatra de origen libanés, formuló en los años 70 su
teoría respecto a la psicología y
 
Psiquiatría del pueblo dominicano, sustentando el criterio de que,
debido a nuestra historia llena de traumas, frustraciones, exterminio, miedos,
sometimientos, agresiones del poderoso, el dominicano ha devenido en paranoico.
Textualmente Zaglul decía: «El dominicano es un ente depresivo con
tintes paranoico».

Esa categorización forma parte de la personalidad del pueblo dominicano,
y por eso hoy, aún en el siglo 21, la mayoría de los dominicanos vemos siempre
en los hechos unas segundas, terceras y hasta quintas intenciones.
Siempre estamos «chivos, broncos, alertas». En uno de sus
enjundiosos artículos Zaglul escribió lo siguiente: «A veces lo trágico se
hace cómico. Veamos, por ejemplo, la lectura de un periódico por un dominicano.
La noticia dice: Fulano se ahogó. Pero él piensa: lo ahogaron.
Perencejo se ahorca. El piensa: lo ahorcaron.
En fin, todas las muertes trágicas en nuestro país, suicidio, accidentes
automovilísticos, etc., son asesinatos, hasta que se demuestre lo
contrario.» Y a veces, agrego yo, aún cuando se investiga y se demuestra
que fueron suicidios, la gente sigue incrédula.
Definitivamente, el dominicano no cree en nada ni en nadie y hasta de su
sombra desconfía. Así somos.
 

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