Manuel Antonio Vega
HIGÜEY.- Fue identificado como el
herrero Jorgito de la Rosa Caraballo, el hombre que penetró a la basílica de
Higüey Y destruyó parcialmente el Altar de
la Virgen de La Altagracia.
herrero Jorgito de la Rosa Caraballo, el hombre que penetró a la basílica de
Higüey Y destruyó parcialmente el Altar de
la Virgen de La Altagracia.
El hombre de unos 30 años de edad
está siendo interrogado por el general, Manuel Castillo Castro, jefe del
comando Este de la Policía Nacional, con asiento en La Romana, en el cuartel
policial de Higüey.
está siendo interrogado por el general, Manuel Castillo Castro, jefe del
comando Este de la Policía Nacional, con asiento en La Romana, en el cuartel
policial de Higüey.
Reporte de prensa dan cuenta que
Jorgito, quien dijo que penetró a la basílica e hizo el desacato, por una orden
de Jehová, es una persona violenta y que en una ocasión agredió a su esposa.
Jorgito, quien dijo que penetró a la basílica e hizo el desacato, por una orden
de Jehová, es una persona violenta y que en una ocasión agredió a su esposa.
Jorgito, fue apresado momentos
después de destruir parcialmente el Altar del santuario de la Virgen
después de destruir parcialmente el Altar del santuario de la Virgen
Penetro a la 5:30 de madrugada de
hoy al templo y llegó a destruir todo lo que son signos significativos de la
iglesia.
hoy al templo y llegó a destruir todo lo que son signos significativos de la
iglesia.
“Bueno, realmente lo que ocurrió aquí en la
Basílica fue una destrucción total del Presbiterio, la sede del trono de la
Virgen, todo lo que está a su alrededor, como el Árbol del Naranjo, lo arrancó
todo y lo tiró por el piso, rompió la sede donde se sientan los sacerdotes, el
podio donde se lee la Palabra, el área donde se hacen los bautizos, es todo,
candelabros, la Bandera del Vaticano la volvió trizas, bocinas, micrófonos,
bueno acabó con todo”, narró el obispo Nicanor Peña, quien se quejó, además de
que la seguridad de la Basílica no es permanente en el lugar, y se va cuando
quiere.
Basílica fue una destrucción total del Presbiterio, la sede del trono de la
Virgen, todo lo que está a su alrededor, como el Árbol del Naranjo, lo arrancó
todo y lo tiró por el piso, rompió la sede donde se sientan los sacerdotes, el
podio donde se lee la Palabra, el área donde se hacen los bautizos, es todo,
candelabros, la Bandera del Vaticano la volvió trizas, bocinas, micrófonos,
bueno acabó con todo”, narró el obispo Nicanor Peña, quien se quejó, además de
que la seguridad de la Basílica no es permanente en el lugar, y se va cuando
quiere.
Pidió que se implemente una
seguridad permanente en la Basílica para proteger los bienes de la Iglesia y
salvaguardar la seguridad de los que asisten y trabajan allí.
seguridad permanente en la Basílica para proteger los bienes de la Iglesia y
salvaguardar la seguridad de los que asisten y trabajan allí.