Anciano de 99 años administra colmado y es dirigente comunitario en batey SPM

El longevo hombre dice estar como un
trinquete para seguir sirviendo a la comunidad


Manuel Antonio Vega

LA LILA, San Pedro de Macorís.- La expresión de que “No hacen viejos los
años, sino los daños”, se cumple a la perfección con Agustín Pardilla, un
adulto mayor, de 99 años, que goza de una lucidez extraordinaria y a su edad
administra el único colmado que existe en el batey Doña Lila, en el municipio
Consuelo, en San Pedro de Macorís, donde también hace de dirigente comunitario.
El veterano comerciante, quien llegó a la citada comunidad bateyera, procedente
del costero municipio de Sabana de la Mar en 1976, sostiene que a su edad está
como un trinquete y que aspira a cumplir cincuenta años más para seguir ayudando
a la comunidad.
Dirigió la junta de vecinos del batey, donde junto a su hija Maribel
Pardilla Polanco y otros comunitarios ha logrado gestionar obras para mejorar
la calidad de vida de sus habitantes.
Se apuró en afirmar que ha llegado a esa edad trabajando “porque no hacen
viejos los años sino los daños” y que el nunca ha bebido alcohol ni ha pasado
malas noches en parrandas.
El longevo comerciante es tan querido, admirado y respetado en el batey,
que la junta de vecinos de la comunidad cañera, busca antes las autoridades
municipales de Consuelo, que la comunidad adopte el nombre de Agustín Pardilla.
Las 40 familias del batey lo quieren como a un padre y destacan “Don
Agustín nos da la comida hasta sin cuartos y nos diligencias medicinas”.
Llegó a aquella comunidad como mayordomo del Consejo Estatal del Azúcar
(CEA) y desde entonces no ha hecho otras cosas que servir a la comunidad, negándose
irse a Sabana de la Mar, donde le aguardan familiares.
Su cédula dice que nació el 25 de diciembre de 1913 en la comunidad costera
de Capitán en Sabana de la Mar, de donde emigró a Santo Domingo y se desempeñó
como comerciante hasta llegar al batey.
En su juventud conoció a Horacio Vásquez, Trujillo y que se desempeñó como
regidor en el gobierno de Juan Bosch en 1962 en el costero municipio de Sabana
de la Mar, por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Con una extraordinaria lucidez y de una visión extraordinaria, Pardilla más
de 12 horas en su pequeño negocio, ya que se levanta a las 5:00 de la mañana, a
despacharle a los haitianos que van corte de caña y cierra pasada las 9:00 de
la noche, cuando es casi obligado por sus familiares.
BATEY DON AGUSTÍN
La comunidad está luchando con sobrada razón que comunidad cañera cambie de
Doña Lila para Don Agustín y por ello el 28 de agosto del 2011, en una
comunicación dirigida a al alcalde Johny Fulgencio, del municipio Consuelo, la Junta
de Vecinos solicitó cambiar el nombre de la comunidad por el de Agustín Pardilla,
a quien considera el verdadero fundador de la comunidad.

“Agustín Pardilla es el nombre que se merece lleve esa comunidad, por ser
el verdadero fundador, pues llegó en 1976, viviendo en principio solo con su
familia, integrada por su esposa y dos hijos”, explica el documento.
Agregan que don “Agustín Pardilla tiene 99 años y a esa edad sigue
trabajando y contribuyendo con la comunidad y 
el honor hay que dárselo a quien lo merece”
Rodeado de calor familiar y vecinos, Don Agustín pasa los días en franca
confianza con una comunidad que lo adora tanto que busca eternizar su
filantropía, buscando que la comunidad lleve su nombre
Es casado con la religiosa Luz Polanco, a quien le lleva 40 años de edad y
con quien procreó a Rigoberto y Maribel Pardilla Polanco.
De su primer matrimonio con Dora Hernández (fallecida), procreó a Sócrates,
Hernán, Elizabeth, Filadelphia y Osvaldo, quienes residen en distintas ciudades
pero que lo visitan con frecuencia a darle calor y ayudarlo en el negocio.
APORTES
Entre los aportes logrados por Don Agustín Pardilla y su hija Maribel en el
batey La Lila, está la construcción de un centro comunal, mejoramiento de
viviendas, agua potable, gestionado con la USAID.
Cuando la bomba de agua se daña o falla la luz en el batey, la gente solo
acude a los Pardilla Polanco, para que se resuelva el problema.
Es que su altruismo traspasa la frontera de la gratitud y el afán, para
convertir a Don Agustín en un ícono del desarrollo del batey La Lila, una
comunidad que debe su nombre una hacienda que llevaba el nombre de una hija de
Juan Vicini, cuya colonia de caña le perteneció hace más de cinco décadas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *